domingo, 27 de mayo de 2012

El camino para salir de la crisis III - Sigmar Grabriel, Frank-Walter Steinmeier - Peer Steinbrück

Creación de un fondo europeo de inversión y reconstrucción.
Las inversiones en crecimiento y en empleo deben tener efectos rápidos, estar bien orientadas y movilizar suficientes fondos. Exigimos la creación de un fondo de inversión y reconstrucción, que no se alimente de un endeudamiento adicional del Estado, sino a través de una “reprogramación” de los fondos existentes, del fortalecimiento del Banco Europeo de Inversiones (BEI), de préstamos para proyectos y, por último, pero no por eso menos importante, de un impuesto a las transacciones financieras:



Utilizar de manera más eficaz los fondos estructurales de la UE: Los recursos de los fondos estructurales de la UE no utilizados hasta ahora deben financiar un programa de crecimiento y empleo de efecto rápido, para lo cual las reglas de cofinanciación deben ser más flexibles. Para esto la Comisión Europea debería, en algunos casos, reducir las cuotas de cofinanciación por un periodo de al menos dos
años, como ya se ha hecho en el caso de Grecia. Además, es  importante que se asegure la eficiencia de los proyectos para evitar que, a causa de proyectos descomunales, al final los países tengan que asumir costes extras a expensas de los presupuestos nacionales.


Los recursos de los fondos estructurales de la UE que todavía deben ejecutarse hasta finales de 2013 ascienden a 232.000 millones de euros. Solamente para Grecia son más de 13.000 millones de euros, de los cuales más de 4.000 millones no están asignados a proyectos concretos y son de libre disposición. Los recursos disponibles deben agruparse en un fondo de inversión y reconstrucción. Asimismo, recursos de fondos estructurales que no hayan sido utilizados hasta finales de 2015 no deberían ser reembolsados a los Estados miembros, sino deberían ser transferidos a este fondo.

Fortalecer el Banco Europeo de Inversiones (BEI): El BEI debe revalorizarse en el seno de las instituciones europeas, y junto con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que proporciona ayudas crediticias a los países, movilizar más inversiones en la economía. Un aumento de mínimo 10.000 millones de euros en su capital social debería hacer posible una mayor participación de su parte en la financiación del crecimiento y el empleo. Además, habría que considerar un aumento de capital por medio de una contribución especial, que no sería aportada por los 27 miembros de la UE, sino por una alianza de Estados afines, para financiar un programa de crecimiento.

Establecer un gravamen a los mercados financieros
: Los actores de los mercados financieros deben contribuir con los costes de la crisis a través de un impuesto a las transacciones financieras. Si no es posible introducir una tasa a las transacciones financieras a nivel comunitario para toda la UE, debe entonces establecerse en el seno de la eurozona en el marco de la cooperación reforzada entre países afines. Este impuesto debería establecerse sobre una base imponible lo más amplia posible. Debería aplicarse a las ganancias de transacciones con acciones, bonos, divisas y derivados.

Introducción de bonos de proyectos europeos
: Para encontrar otras fuentes de financiamiento para una política europea enfocada en la innovación y el crecimiento y para iniciar un retorno de capital privado hacia inversiones productivas, los bonos de financiación de proyectos“ constituyen un instrumento adecuado.

Apoyo a la administración pública.
Con el fin de que los recursos adicionales puedan ser movilizados y empleados eficazmente, los Estados miembros que pasan dificultades necesitan apoyo para mejorar su capacidad de absorción. Para esto pueden utilizarse los “Programas Phare” de la Unión Europea, que ya ofrecían ayudas concretas en la etapa de preadhesión de los países de Europa Central y Oriental. Deben fomentarse las alianzas (hermanamientos) de modernización entre los municipios europeos ("Twinning“). Lo decisivo será que los programas de hermanamiento sean establecidos sobre la base de prioridades determinadas conjuntamente.