jueves, 7 de junio de 2012

Audacia - Vicente Giret


Vicente Giret
No es una conjetura vana  por su importancia afirmar que el destino de Europa se juega de nuevo en Madrid, como en 1936. En un contexto diferente y en un campo completamente diferente, pero incluso con una agudeza dramática similar.  El presidente del gobierno español lanzaba ayer un grito de “¡socorro!” apenas disimulado a sus socios europeos.  La “prima de riesgo” exigido por los mercados ha alcanzado tales niveles que España ya no sabe cómo refinanciarla. Las bases de la UE habían temblado hasta los cimientos cuando la modesta economía griega - apenas 3% del PIB europeo – se desplomó. Si el incendio de la crisis alcanza a la cuarta potencia de la zona euro, entonces la amenaza deviene en sistémica.

No es ya la hora del pequeño compromiso arrancado en la noche y presentado como una gran victoria en la mañana, sino de la  audacia colectiva, y de una visión  federal.  Ninguna otra solución que no pase una solidaridad plena y total entre los estados del euro no será útil para  salvar una unión monetaria demasiado barroca para resistir en los vientos malos Una solidaridad que sólo se puede rimar con la responsabilidad: como se dijo, con un toque de cinismo por  un ministro alemán, "no es razonable dejar para pagar tu tarjeta de crédito a alguien que no controla el gasto"..

Se podría en efecto replicarle que ciertamente España ofrece una prueba, si fuera necesario, una política que es, básicamente, la austeridad sólo conduce al desastre. Pero la polémica tiene mayor alcance: Se trata de que Europa, que ha fortalecido la democracia y el despegue económico de España en los años 80, sigue siendo esa misma  Europa, que hoy puede ayudarla a cambiar su destino. Sabiendo que esta vez, ella también se juega el suyo.
 

Editorial  publicado en el diario francés Liberation el 5 de junio2012.